La señora Ana María Sifuentes, quien vive con una estornudadera todo el año y quejándose de los vecinos, la música alta, los cornetazos y el smog que producen los únicos diez carros que quedan en Caracas, amaneció la mañana de hoy con una presunción en la cabeza.
En declaraciones exclusivas para la RPTV la sexagenaria exclamó: “Ay hoy me desperté con un olor a Navidad, eso es que llego diciembre, sabroso vale… ya se siente el sereno bajando de Galipan” decía mientras se metía dos pastillas de Loratadina por la alergia.
Finalmente hizo saber que después de un año tan complicado, no había nada mejor que compartir en familia mientras mandaba a bajarle volumen a la música y le daba un ataque porque los nietos le estaban desordenando el apartamento
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