“Invito a la delegación de mis padres a evaluar su resolución sobre la responsabilidad que me imputan de forma permanente en la actividad de aseo de la vajilla del hogar luego de cada comida” exclamó Andres Eduardo Machado, cursaste de Primer Año de Bachillerato del Colegio Santo Tomas de Aquino, en medio de un discurso dirigido a sus papas durante la cuarentena.
El joven, desafortunadamente munero según la opinión de sus propios papas, ha pasado toda el confinamiento aplicando lo que aprende en el Modelo de Naciones Unidas de su escuela.
Hasta la fecha ha logrado desplazar del televisor de la sala a sus papas, justificar el uso indiscriminado de su PlayStation, que la mamá le haga las carteleras para sus exposiciones virtuales y su más reciente logro: No lavar más los platos.