Alberto Montilla, dirigente estudiantil de la UCV y experto en Parchís, luego de darse cuenta que su cargo de representación estudiantil no sirve de mucho, más aún en cuarentena cuando ni risas azules, ni almuerzo navideño hay para captar nuevos, ha tomado una decisión la mañana del día de hoy.
Ante la necesidad de reanudar las clases y ver que los lives en Instagram y encuestas no sirven de verdadera presión frente a las autoridades, así como también validar que los foros estudiantiles realmente no son las materias que necesita para graduarse, se auto juramentó como decano encargado de la facultad de ciencias económicas y sociales de la UCV.
Esta hazaña la materializó conformando un consejo de facultad de facto con el único vigilante que tiene la central, su novia que lo apoya incondicionalmente y “el negro” quien es un perro que habita en el campus y por ende asiste mucho más a la casa de estudios que el presidente de la FCU.
Montilla en su primera decisión como decano, avaló el zoom como medio para impartir clases, aplicación aún desconocida por las antiguas autoridades pues aún seguían usando yahoo.