Durante la semana de flexibilización en Caracas, una joven con dolor de garganta, malestar general y dolor en las articulaciones, quien aseguró que sencillamente era el cambio de clima lo que la tenía así, no perdió la oportunidad de ir al Sambil a curiosear las tiendas como solía hacer todos los fines de semana antes de la pandemia.
En el momento cuando se disponía entrar a Zara, se sometió al protocolo de bioseguridad de la tienda, en manos de un vigilante que en el momento de medir su temperatura le dijo: ¡40 grados, pase!
Seguidamente la chama entró, estornudo en todos los pasillos mientras se limpiaba con las blusas que se iba a probar por no dejar – aunque no tenía los 1000$ para comprarlas – salió y siguió de camino a la feria